Historia del bosque de manzano

Tal vez esta Historia del bosque de manzano no encuadre dentro de ninguna de las categorías que tenemos en nuestro blog.

Pero dado que la sección CRAQUÉ DE GIRA no puede tener más relleno por la cuarentena, podemos ponerle también historias inventadas, mini cuentos, sensaciones, o simplemente lo que tengamos ganas de escribir.

Porque esa es la idea de un blog en general, de contar lo que el dueño del blog tenga ganas de contar.

En este caso es la Historia del bosque de manzano.

Cuando empezó la cuarentena retorné a la casa familiar.

Vale aclarar que después me enteré que no fui la única que tomó esa decisión.

Que por el contrario fuimos muchos los que huimos de nuestros departamentos en la ciudad para irnos a nuestra casa de la infancia.

Sobre todo porque nuestras casas familiares, suelen ser más grandes, con patios, con verde, con más luz.

Acostumbrados a estar todo el día ocupados en distintos lugares y sin habitar mucho tiempo dentro de nuestros hogares, nos acostumbramos a vivir en mini departamentos.

Simplemente porque no pensamos en tener un espacio propio gigante cuando no lo necesitamos y no lo usamos.

Además de que sale muy caro tener un lugar gigante en la ciudad, cerca de todo lo que hacemos.

Vivir en la ciudad significa, por lo general, que estamos inmersos realizando diversas actividades, yendo de un lado a otro.

Incluso si necesitamos verde nos vamos a parques destinados a tal fin. Nos juntamos con amigos a tomar unos mates, hacemos actividad física (bueno yo no)

Estos parques quizás no suelen ser tan grandes, están acumulados de gente, de ruidos de autos, muchas veces al costado de la autopista, avenidas o cercanos al despegue de aviones.

Pero nos acostumbramos a eso, vivimos así. Y la verdad somos felices así también.

Pero vino la pandemia

Con el Covid en todos lados, nació la era de hacer home office por cumplir la cuarentena, y nos vimos en la necesidad de tener nuestro propio espacio.

Ya no podíamos ir a parques rodeados de personas, ya no podíamos salir a realizar actividades a todos lados.

Se terminaron los cursos presenciales, las clases, se terminó ir al gimnasio, no fuimos mas a la oficina, etc.

Fue ahí cuando muchos dijimos, uf no tengo una quinta, no tengo pileta, no tengo patio, no tengo plantas, no me puedo ver con nadie, no me puedo ir a la costa, qué hago?

Bueno me voy a mi casa, donde por fortuna y esto lo digo personalmente, siempre pedí que me guarden mi habitación jajajaj

Así que pude volver tranquila a mi casa, dos días antes de que nos metamos en la cuarentena obligatoria.

Estando en casa aburrida, me puse algunos hobbies, solo de culo inquieto que soy.

Uno de mis hobbies fue armarme mini huertitas.

La huerta

Esta mañana estuve mirando un sector donde puse muchas semillas de manzana y prosperaron.

Crecieron varios manzanitos, al menos debo tener 20 manzanos y creo que mas también.

Obviamente todavía no tienen frutos, digamos que son como bebes arboles.

Cosas para hacer en la vida:
1. Plantar un árbol = check!

CRAQUE TIENDA

Estaba contemplando mis bebes arboles. Serian como mis hijos manzanos, todos juntitos, creciendo felices (así lo imagino)

Les estaba limpiando las hojitas, porque se les juntan insectos de forma muy fácil tipo pulgones o plagas de plantas, así que los cuido pero sin ponerles insecticida, todo naturalmente.

Por estos pulgones también vienen muchos lady bugs y se los comen :O Vaquitas de san antonio, mariquitas, tienen 2000 nombres.

Estos bichitos coloridos (y según dicen de la suerte) decoran mucho mas el jardín y la huertita se ve re linda (jaja re orgullosa estaba).

historia del bosque de manzano
historia del bosque de manzano

Yo estaba contenta hablándole a los manzanos, y pensando si estarían bien, si les faltaría agua o sol. Pero la verdad creo que deben estar bien porque están creciendo y mucho.

Entonces miré por debajo, justo donde empiezan los tallos, y me di cuenta que la tierra tenía sombra, debido a que no llegaba el sol por la cantidad de árboles manzano que estaban creciendo.

Noté que la tierra era diferente, como más oscura, un poco granulosa, con distintas texturas.

No se si alguna vez caminaron por algún bosque, con un lago bien cercano. La tierra era muy parecida a este lugar, como tierra oscura.

No llega a ser barro, pero se siente como húmeda, como fresca, no hay pasto, pero igual se siente mucho el verde.

Y de pronto veo un mini gusanito arrastrándose por una hoja.

La historia del bosque de manzano

Mirando este micro ecosistema fue que me di cuenta que había creado mi propio micro bosque.

Sería como un bosque de árboles manzano, aunque todavía son bebes y no tienen frutos, ya forman parte de todo un mundo.

Y por un instante me dieron ganas de hacerme chiquita y meterme a caminar en ese bosque, de sentir el olor fresco de la tierra bien de cerca, de inspirar bien profundo.

Me vi caminando por esa tierra, un poco blanda por ser virgen de humanidad, porque no era tierra apelmazada de tanto que la caminaron, era la primera vez que una persona se metía a caminar por ese bosque.

En mi caminata estaba tocando todo desde los tallos de los manzanos, hasta la tierra que se deshacía en mis manos.

Historia del bosque de manzano
Un bosque

Frenaba y respiraba profundo el aire fresco del bosque, con un olor increíble a verde dulzón.

Casi de forma sorpresiva, levanto la mirada y estaba frente a frente con uno de estos insectos (los pulgones), que son plaga del manzano y lo van matando por dentro.

Teníamos la misma estatura, y podía verle bien en detalle todas sus partes de insecto, sus ojos, sus «brazos» o «garras», se paraba erguido frente a mi y emitía un sonido, como si me hablara pero no entendía su significado.

Me dio mucho miedo estar de frente con semejante criatura, sacudí mi cabeza y saliendo de mi pensamiento, pensé que quizás no me gustaría tanto ser chiquita.

O por lo menos si tuviera la habilidad de achicarme para caminar un rato por mi amada creación «El bosque manzano» entonces también me gustaría tener la habilidad de hacerme grande cuando quisiera.

Para irme cuando me sintiera en peligro en mi propio eco sistema.

Seguramente este insecto no me atacaría, de hecho se los ve que solamente quieren chupar a la plantita, ni siquiera se defienden de las vaquitas de san antonio.

Pero bueno uno generalmente tiene miedo a lo desconocido.

La conclusión

Si bien todo esto lo pude hacer en mi imaginación y habrá durado menos de 2 minutos, me di cuenta que mas que nada en el mundo lo que quiero es salir de viaje.

Solamente hablo por mi y no pretendo que te sientas identificade, pero siempre me gustó hacerme un viajecito, y sin darme cuenta tenia por costumbre viajar siempre, lo hacia casi una vez por mes.

No eran viajes largos, porque no tengo plata para irme tan seguido a cualquier parte y ademas tengo que trabajar, así que no me puedo borrar mucho tiempo.

Pero en estos mini viajes agarraba el auto y me iba a la costa. Tan simple como eso, tan cerca y a la vez tan lejos. Son al menos 400km.

Una ruta que en los fines de semana largo se hacia mas larga que nunca, pero que en épocas normales eran tan solo 4 horas de viaje.

Y ahora con mas de 6 meses encerrados, lo que mas extraño es poder irme a ver el mar, caminar en algún bosque de la costa, sentir el olor de los pinos, el aire lleno de salitre.

En fin. Este fue mi pequeño viaje durante la cuarentena, alguna vez viajaste a algún lugar como hice yo?

Craqué ♥

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